KaiOS es más importante de lo que parece
Seguramente estos últimos días habrás oído que Google ha invertido la friolera de 22 millones de dólares en un sistema operativo llamado “KaiOS”.
O puede que ni siquiera te suene ese nombre.
Sí es así, no te extrañes, yo me encontraba en la misma situación. ¿Por qué una compañía como Google, que ya tiene un sistema operativo móvil fuertemente establecido en el mercado y en vías de desarrollar otro, iba a invertir en una empresa que apenas nadie conoce?
Como en el resto de mis artículos, no voy a entrar en los aspectos económicos que motivan una inversión de este tipo, sino en la tecnología que hay detrás del producto en el que se invierte. Y, aunque parezca difícil de creer, KaiOS tiene muchos motivos por los que merece la pena que triunfe. A continuación expongo los que, a mi parecer, son los más importantes.
1. KaiOS está basado en Firefox OS
¿Te acuerdas de Firefox OS, aquel sistema operativo móvil creado por Mozilla que pretendía plantar cara a Android? Pues si es así, también recordarás que no triunfó y que la Mozilla Foundation acabó abandonando el proyecto a mediados de 2016.
Sin embargo, el sistema operativo no murió del todo, pues la comunidad siguió manteniendo B2G (Boot to Gecko, un sucesor a Firefox OS) y de este último es de donde surgió lo que conocemos ahora como KaiOS.
El hecho de estar basado en Firefox OS supone un punto fuerte para KaiOS ya que la iniciativa de Mozilla no falló por ser una mala idea, ni mucho menos, sino por la escasa acogida que tuvo entre los distintos fabricantes de dispositivos móviles. Por tanto, la tecnología sobre la que se desarrolla KaiOS presenta una base bien establecida, además de numerosas aplicaciones que se escribieron en su momento para Firefox OS y que pueden ser migradas sin apenas esfuerzo a esta nueva plataforma.
Podría considerarse a KaiOS como un nuevo intento de desarrollar un sistema operativo con la misma filosofía que el planteado por Mozilla, con la ventaja adicional de relaciones con empresas como Nokia, Alcatel y ahora Google. Por el momento parece que KaiOS Technologies Inc. ha aprendido la lección y no va por el mismo camino que llevó a Firefox OS a su cancelación.
2. Está pensado para dispositivos de gama baja
A lo largo de los años Android ha ido engordando lentamente con cada nueva versión, subiendo de forma invisible los requisitos mínimos necesarios para ejecutarlo. Es tal el problema que Google tuvo que plantarlo cara con Android One, limitando el bloatware que los fabricantes podían incluir en dispositivos certificados por este programa para evitar mermar el rendimiento.
Con KaiOS es distinto. Según sus creadores, basta con 256 MB de memoria RAM para ejecutar este sistema operativo, convirtiéndolo en un candidato perfecto para móviles de gama baja en mercados emergentes. Hasta sus propios creadores llaman a los dispositivos que usan su sistema operativo “dumb phones” (teléfonos tontos) haciendo alusión a los smartphones que estamos acostumbrados a ver.
En consencuencia, KaiOS posee un rendimiento envidiable que propicia una mejora significativa en la duración de la batería comparando con otros smartphones.
¿Para qué meter veintiocho mil núcleos con decenas de gigas de RAM a un teléfono con Android cuando podemos conseguir un resultado similar y mucho más barato optimizando el software?
3. Tiene más aplicaciones de las que piensas
Todos los sistemas operativos móviles que han intentando hacerse un hueco en el mercado después de Android han fracasado por el mismo motivo: ausencia de aplicaciones de calidad. En KaiOS Technologies son conscientes de ello y por eso están llegando a acuerdos con grandes compañías como Google.
Ya han anunciado una tienda propia, KaiStore, que dispone de aplicaciones tan conocidas con Facebook, Twitter o Google Maps.
4. Ejecuta aplicaciones web
Las aplicaciones de este sistema operativo se programan con HTML, CSS y JavaScript y se ejecutan con el motor de renderizado Gecko. Las principales ventajas que ofrece esta decisión de diseño son la reducción del tamaño de las aplicaciones y del tiempo de desarrollo, así como la reutilización de código entre plataformas.
Aunque si hay algo por lo que KaiOS se diferencia del resto de sistemas operativos es por la estandarización.
El principal motivo por el que me encantaría que KaiOS se popularizase es precisamente cómo están diseñadas sus APIs internas, pues intentan ser lo más fiel posible a los estándares ya existentes para la web, usando localStorage
para la persistencia de datos, Push API para notificaciones asíncronas y MediaSource
para acceder a la cámara, entre otros.
Aunque es cierto que dispone de APIs no-estándares para determinadas funcionalidades lo más probables es que no necesites ni usarlas, pues implementa casi todo el abanico de Web APIs del W3C. Esto supone un gran paso hacia las aplicaciones universales, aquellas que se programan una vez y pueden ser ejecutadas en múltiples sistemas operativos y navegadores sin tener que escribir código específico.
Conclusiones
KaiOS tiene un potencia indudable como sistema operativo móvil y, aunque ahora mismo está enfocado a dispositivos de gama baja sin pantalla táctil, lo cierto es que puede acabar siendo mucho más.
Este proyecto, con sus inicios sencillos, tiene la capacidad de convertirse en la utopía de la estandarización que Mozilla intentó con Firefox OS, en escribir una Progressive Web App y que al instante pueda ser instalada en teléfonos con distintos sistemas operativos, en acabar con la fragmentación que tantos quebraderos de cabeza supone al desarrollar aplicaciones.
Es hora de que una empresa como KaiOS Technologies sea un poquito más ambiciosa y mire hacia los smartphones tradicionales para plantar cara a Android e iOS, pues en un entorno en el que no hay competitividad tampoco hay lugar para la innovación.